Todo comenzó durante el Corona Capital, cuando KIA mostró en este festival la nueva generación de su SUV híbrido. Esta sorpresa alborotó al mercado, bueno por lo menos al que escribe estas líneas.
Su rediseño llama la atención, las luces delanteras delgadas, la parrilla más aerodinámica y la clásica nariz de tigre que ya tuvo una evolución.
En el lateral de la Kia Niro lo que sobre sale es el poste C, el que está por detrás de la puerta trasera; ya que además de ser un atractivo y contrastante elemento de diseño, es funcional la toma de aire con la que cuenta.
Al interior
Ya que abrimos la puerta de este híbrido, nos recibe un gigantesco cuadro de instrumentos de 10.25 pulgadas; otro atractivo es el diseño del volante multifuncional de dos brazos. El infoentretenimiento ya cuenta con Apple Car Play y Android Auto inalámbrico. Algo que nos llamó la atención es que cuentas con ruido blanco para hacer más ameno el tráfico de las caóticas ciudades.
En el apartado de seguridad, o tenemos queja alguna, cuenta con ABS, ocho bolsas de aire, alerta de colisión, frenado autónomo. Que les podemos decir, es de lo más completo que encontrarán en el mercado.
¿Qué lo impulsa?
El Kia Niro, cuenta con un motor de 1.6 litros, un motor eléctrico que genera 42 hp, para dar un total de 139 hp; suficientes para que se mueva con soltura y agilidad. Lo más importante y por lo que busamos este tipo de vehículos es una autonomía de hasta 1,179 kilómetros por tanque, con un rendimiento de hasta 28 km/l.
¿De a como?
El precio es de $679,900 y lo podrás encontrar en 6 diferentes colores, recuerda que el poste C es diferente al color de la carrocería.
La experiencia
Ya que vimos los generales de Kia Niro, vamos a describir la experiencia de manejos. Todo comenzó en un pequeño pero suculento restaurante en la colonia Hipódromo Condesa, llamado Niich.
Nos recibían tres colores de los seis disponibles; blanco, azul y verde. La ruta sería hacia el hotel que se ubica en San Juan del Rio. De ida tomaríamos la ruta larga, saliendo por Santa Fe, con rumbo al libramiento de Atlacomulco, para llegar por atrás.
Los primeros minutos nos teníamos que adaptar y conocer de forma rápida el funcionamiento del vehículo. Debo decir que es muy intuitivo y fácil de entender.
En ciudad, se mueve bien, si sabes dosificar el pie derecho podrás sacar el mejor provecho de la batería, usando mínimo el motor a gasolina. Para carretera la combinación de ambos motores le da un buen empuje y no te sientes sin falta de potencia.
Ya que se acaban las subidas y podemos estar en un terreno más plano con algunas bajadas, es momento de recargar la batería para que esté lista para su siguiente aparición.
La dirección, es precisa y sin sentirse tan asistida, el balance del vehículo es bueno, las baterías en el piso hacen que tengamos un mejor dinamismo y no tengamos la tendencia de irse de frente o mejor conocido como subviraje.
El infoentretenimiento es un buen aliado para los trayectos, el único punto es que tienes solo conexiones tipo A, así que habrá que cambiar el cable del celular.
Al llegar a nuestro destino pudimos comprobar la eficiencia de combustible, solo habíamos consumido 1/8 del tanque, por si se lo preguntaban, no anduvimos lentos, el promedio de velocidad rondó los 140-150 km/h.
Es una experiencia que vale vivirla en carne propia. Esperamos pronto poder ponerla a prueba a largo plazo ya que es un producto que te ayuda a cambiar la forma de manejo y te reta a sacarle el mayor rendimiento.